La CMA del Reino Unido ha designado el ecosistema móvil de Google como estratégico, lo que implica mayor regulación para asegurar la competencia. Google se opone, argumentando que su sistema es abierto y fomenta la innovación. La situación podría cambiar según las regulaciones implementadas.
Investigadores analizan el uso de la inteligencia artificial para tomar decisiones críticas en salud, especialmente en pacientes incapacitados. Aunque existen preocupaciones sobre la precisión, ética y privacidad, la IA podría transformar la medicina en el futuro.
Cloudflare ha modificado los archivos robots.txt de millones de sitios web para obligar a Google a cambiar su forma de rastreo, buscando proteger los intereses de editores y empresas afectadas por la inteligencia artificial. Esto podría transformar el ecosistema digital y generar un debate sobre el equilibrio entre tecnología y derechos de contenido.
California ha implementado regulaciones para proteger a los menores de los riesgos de la inteligencia artificial, incluyendo la regulación de bots de compañía y el aumento de multas por pornografía deepfake, buscando crear un entorno digital más seguro.
OpenAI dejará de almacenar la mayoría de los chats eliminados de ChatGPT tras una batalla legal sobre la privacidad de los usuarios. Esta decisión alivia preocupaciones, aunque algunos registros aún podrían ser retenidos en ciertas circunstancias.
California ha aprobado la Ley de Transparencia en Inteligencia Artificial, que exige a empresas con ingresos de al menos 500 millones de dólares publicar protocolos de seguridad y reportar incidentes. Aunque bien recibida por la industria, carece de requisitos de verificación obligatorios.
Google ha presentado 25 startups que utilizan inteligencia artificial para transformar los servicios públicos, mejorando áreas como salud, educación y gestión urbana. Estas innovaciones aumentan la eficiencia, transparencia y accesibilidad, aunque enfrentan desafíos en privacidad y regulación.
La Casa Blanca y Anthropic enfrentan tensiones por las restricciones de la empresa en el uso de su IA para vigilancia doméstica. Estas limitaciones generan descontento en el gobierno, que busca maximizar herramientas de seguridad nacional, planteando un debate sobre ética y privacidad.
WorkFusion, una startup del MIT, ha pivotado hacia el desarrollo de agentes de inteligencia artificial para el cumplimiento normativo en el sector financiero, asegurando 45 millones de dólares en financiación. Sus soluciones son escalables y eficientes, mejorando el cumplimiento y reduciendo costos.
El proyecto de ley de Ted Cruz sobre inteligencia artificial ha generado críticas por su enfoque regulatorio "ligero", que podría favorecer a grandes empresas tecnológicas y eludir leyes de protección pública. Los detractores advierten sobre riesgos éticos y de seguridad.