California ha implementado regulaciones para proteger a los menores de los riesgos de la inteligencia artificial, incluyendo la regulación de bots de compañía y el aumento de multas por pornografía deepfake, buscando crear un entorno digital más seguro.
Los deepfakes, impulsados por la inteligencia artificial, amenazan la política moderna al dificultar la distinción entre realidad y ficción. Su uso irresponsable genera desconfianza pública, desinformación y polarización, lo que requiere responsabilidad y educación por parte de los líderes y la sociedad.
Los deepfakes representan una amenaza creciente para los creadores en YouTube, afectando su reputación. La plataforma ha implementado una herramienta de detección para proteger a los youtubers, promoviendo la confianza y la autenticidad en el contenido.