Por qué el hardware es el próximo gran desafío para los inversores
Hace algunos años, comencé a asesorar a una startup que desarrollaba infraestructura física para ciudades inteligentes, con una capa de inteligencia artificial integrada. Recuerdo vívidamente las conversaciones con inversores que me decían: «No nos interesa nada relacionado con hardware». Argumentaban que era demasiado lento, intensivo en capital y arriesgado.
Sin embargo, hoy en día, esa misma empresa ha implementado su solución en docenas de ciudades de EE.UU. y emplea a cientos de personas. El hardware, que una vez fue considerado «demasiado pesado», se ha convertido en la base inamovible de su liderazgo en el mercado.
Este no es un caso aislado. Algunas de las empresas más valiosas del mundo, como Nvidia y Tesla, están fundamentalmente impulsadas por hardware. Sus altísimas valoraciones no solo provienen del software, sino de controlar la infraestructura que permite a otros construir.
El hardware como nueva ventaja competitiva
El software se está convirtiendo en un producto cada vez más común. Las herramientas de programación sin código, los asistentes de codificación con IA y los marcos de código abierto han reducido la brecha entre la visión y la ejecución.
En contraste, el hardware físico es mucho más difícil de replicar o reemplazar una vez instalado. Cuando un dispositivo está literalmente integrado en la infraestructura de una ciudad, el costo de cambiarlo no es solo tecnológico, sino también político, logístico y financiero. Esta es una ventaja que el software por sí solo rara vez proporciona.
El papel del software en la evolución del hardware
Existe la idea errónea de que las empresas de hardware son «solo hardware». En realidad, las mejores son plataformas. Una vez desplegadas, pueden actualizar continuamente su oferta a través de software, nuevas características, análisis, integraciones e incluso capas de IA.
Esa unidad básica de hardware se convierte en tu representante de ventas permanente en el terreno, permitiendo ventas adicionales y renovaciones sin necesidad de volver a vender el producto principal.
El sesgo contra el hardware es un vestigio del pasado
Muchos inversores evitan el hardware debido a cicatrices del pasado: alto consumo de recursos, retrasos en la fabricación, cadenas de suministro complejas. Pero esas suposiciones no siempre son válidas hoy en día. Los avances en prototipado, la fabricación global por contrato y los modelos de ingresos recurrentes han transformado la economía del hardware. Cuando se estructura adecuadamente, un negocio de hardware puede lograr márgenes saludables, fuerte retención y un crecimiento escalable.
Insto a los fundadores y capitalistas de riesgo a no descartar el hardware por costumbre, ya que la próxima generación de gigantes tecnológicos duraderos podría estar construyendo su ventaja competitiva a partir de silicio, acero e infraestructura.